viernes, 23 de marzo de 2012

El Aparato Reproductor Masculino

El Aparato Reproductor
Masculino
El aparato reproductor masculino o aparato genital masculino, junto con el femenino, es el encargado de garantizar la procreación, es decir la formación de nuevos individuos para lograr la supervivencia de la especie.
Los principales órganos que forman el aparato reproductor masculino son el pene y los testículos. Tanto el pene como los testículos son órganos externos que se encuentran fuera de la cavidad abdominal, a diferencia de los principales órganos del sistema reproductor femenino, vagina, ovarios y útero que son órganos internos por encontrarse dentro del abdomen.
Los testículos producen espermatozoides y liberan a la sangre hormonas sexuales masculinas. Un sistema de conductos que incluyen el epidídimo y los conductos deferentes almacenan los espermatozoides y los conducen al exterior a través del pene. En el transcurso de las relaciones sexuales se produce la eyaculación que consiste en la liberación en la vagina de la mujer del líquido seminal o semen. El semen está compuesto por los espermatozoides producidos por el testículo y diversas secreciones de las glándulas sexuales accesorias que son la próstata y las glándulas bulbo-uretrales.
Órganos:
Testículos
Son los principales órganos del sistema reproductor masculino. Produce las células espermáticas y las hormonas sexuales masculinas. Se encuentran alojados en el escroto o saco escrotal que es un conjunto de envolturas que cubre y aloja a los testículos en el varón.

Está formado por el cuerpo esponjoso y los cuerpos cavernosos.
Cuerpo esponjoso
El cuerpo esponjoso es la más pequeña de las tres columnas de tejido eréctil que se encuentran en el interior del pene (las otras dos son los cuerpos cavernosos). Está ubicado en la parte inferior del miembro viril. El glande es la última porción y la parte más ancha del cuerpo esponjoso; presenta una forma cónica.
Su función es la de evitar que, durante la erección se comprima la uretra.
Cuerpo cavernoso
Los cuerpos cavernosos constituyen un par de columnas de tejido eréctil situadas en la parte superior del pene, que se llenan de sangre durante las erecciones.
Epidídimo
Está constituido por la reunión y apelotonamiento de los conductos seminíferos. Se distingue una cabeza, cuerpo y cola que continúa con el conducto deferente. Tiene aproximadamente 5 cm de longitud por 12 mm de ancho. Está presente en todos los mamíferos machos.
Conducto deferente
Los conductos deferentes son un par de conductos rodeados de músculo liso, cada uno de 30 cm de largo aproximadamente, que conectan el epidídimo con los conductos eyaculatorios, intermediando el recorrido del semen entre éstos.
Durante la eyaculación, el músculo liso de los conductos se contrae, impulsando el semen hacia los conductos eyaculatorios y luego a la uretra, desde donde es expulsado al exterior. La vasectomía es un método de anticoncepción en el cual los conductos deferentes son cortados.
Vesículas seminales
Secretan un líquido alcalino viscoso que neutraliza el ambiente ácido de la uretra. En condiciones normales el líquido contribuye alrededor del 60% del semen. Las vesículas o glándulas seminales son unas glándulas productoras de aproximadamente el 3% del volumen del líquido seminal situadas en la excavación pélvica. Detrás de la vejiga urinaria, delante del recto e inmediatamente por encima de la base de la próstata, con la que están unidas por su extremo inferior.
Conducto eyaculador
Los conductos eyaculatorios constituyen parte de la anatomía masculina; cada varón tiene dos de ellos. Comienzan al final de los vasos deferentes y terminan en la uretra. Durante la eyaculación, el semen pasa a través de estos conductos y es posteriormente expulsado del cuerpo a través del pene.
Próstata
La próstata es un órgano glandular del aparato genitourinario, exclusivo de los hombres, con forma de castaña, localizada enfrente del recto, debajo y a la salida de la vejiga urinaria. Contiene células que producen parte del líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides contenidos en el semen.
Uretra
La uretra es el conducto por el que discurre la orina desde la vejiga urinaria hasta el exterior del cuerpo durante la micción. La función de la uretra es excretora en ambos sexos y también cumple una función reproductiva en el hombre al permitir el paso del semen desde las vesículas seminales que abocan a la próstata hasta el exterior.
 Glándulas bulbo-uretrales
Las glándulas bulbo-uretrales, también conocidas como glándulas de Cowper, son dos glándulas que se encuentran debajo de la próstata. Su función es secretar un líquido alcalino que lubrica y neutraliza la acidez de la uretra antes del paso del semen en la eyaculación. Este líquido puede contener espermatozoides, por lo cual la práctica de retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación no es un método anticonceptivo efectivo.



El Aparato Reproductor Femenino

El Aparato Reproductor
Femenino
El aparato reproductor femenino es el sistema sexual femenino. Junto con el masculino, es uno de los encargados de garantizar la reproducción humana. Ambos se componen de las gónadas, las vías genitales y los genitales externos.
Partes del aparato reproductor femenino:
El sistema reproductor femenino está compuesto por:
Órganos internos
Ovarios: son los órganos productores de gametos femeninos u ovocitos, de tamaño variado según la cavidad, y la edad; a diferencia de los testículos, están situados en la cavidad abdominal. El proceso de formación de los óvulos, o gametos femeninos, se llama ovulogénesis y se realiza en unas cavidades o folículos cuyas paredes están cubiertas de células que protegen y nutren el óvulo. Cada folículo contiene un solo óvulo, que madura cada 28 días, aproximadamente. La ovulogénesis es periódica, a diferencia de la espermatogénesis, que es continua.
Los ovarios también producen estrógenos y progesteronas, hormonas que regulan el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, como la aparición de vello o el desarrollo de las mamas, y preparan el organismo para un posible embarazo.
Trompas de Falopio: conductos de entre 10 a 13 cm que comunican los ovarios con el útero y tienen como función llevar el óvulo hasta él para que se produzca la fecundación. En raras ocasiones el embrión se puede desarrollar en una de las trompas, produciéndose un embarazo ectópico. El orificio de apertura de la trompa al útero se llama ostium tubárico.
Útero: órgano hueco y musculoso en el que se desarrollará el feto. La pared interior del útero es el endometrio, el cual presenta cambios cíclicos mensuales relacionados con el efecto de hormonas producidas en el ovario, los estrógenos.
Vagina: es el canal que comunica con el exterior, conducto por donde entrarán los espermatozoides. Su función es recibir el pene durante el coito y dar salida al bebé durante el parto.
La irrigación sanguínea de los genitales internos está dada fundamentalmente por la arteria uterina, rama de la arteria hipogástrica y la arteria ovárica, rama de la aorta.
La inervación está dada por fibras simpáticas del plexo celíaco y por fibras parasimpáticas provenientes del nervio pélvico.

Órganos externos

Región externa del aparato reproductor femenino.
En conjunto se conocen como la vulva y están compuestos por:
Clítoris: Órgano eréctil y altamente erógeno de la mujer y se considera homólogo al pene masculino, concretamente al glande.
Labios: En número de dos a cada lado, los labios mayores y los labios menores, pliegues de piel saliente, de tamaño variables, constituidas por glándulas sebáceas y sudoríparas e inervadas.
Monte de Venus: Una almohadilla adiposa en la cara anterior de la sínfisis púbica, cubierto de vello púbico y provisto de glándulas sebáceas y sudoríparas.
Vestíbulo vulvar: Un área en forma de almendra perforada por seis orificios, el meato de la uretra, el orificio vaginal, las glándulas de Bartolino y las glándulas parauretrales de Skene.
La forma y apariencia de los órganos sexuales femeninos varía considerablemente de una mujer a otra.





lunes, 12 de marzo de 2012

El cerebro

El cerebro

El cerebro es un órgano del sistema nervioso rico en neuronas con funciones especializadas, localizado en el encéfalo de los animales vertebrados y la mayoría de los invertebrados. En el resto, se denomina al principal órgano ganglio o conjunto de ganglios.

Evolución del cerebro
La existencia de primordios cerebrales se ubica, al menos, en la llamada explosión cámbrica cuando se observan moluscos y gusanos que, además de un sistema nervioso periférico y difuso distribuido en una simetría radial, poseen un conjunto de ganglios neurales que rigen varias actividades del organismo de estos animales primitivos; en los vermes, peripatos, artrópodos y procordados se observa el inicio de la cerebración, esto es, el inicio de la organización de un conjunto de ganglios nerviosos rectores que sirven de interfaz coordinadora entre el interior del cuerpo del animal y el exterior del mismo.
La ubicación cefálica de ningún modo ha sido al azar: en los primitivos vermes, artrópodos y procordados con cuerpo longilíneo y de simetría bilateral (la misma que mantiene el Homo sapiens), el sistema nervioso central se ubica en la parte anterior o delantera ya que es (por ejemplo, en un gusano) la primera parte en entrar en un intenso contacto con el medio ambiente; del mismo modo, histológicamente se puede observar un nexo inicial (embrional) entre las células dérmicas y las nerviosas del cerebro, ya que las neuronas serían mutadas y evolucionadas mediante una gran especialización de células dérmicas. Al tomar postura erguida, animales como los primates pasan a tener el sistema nervioso central (y su parte principal: el cerebro) ya no en la parte delantera de su cuerpo, sino en su parte superior (en ambos casos: su cabeza). También es explicable filogenéticamente la corticalización, es decir, la aparición y desarrollo del córtex cerebral a partir del sistema límbico, y su progresivo desarrollo en áreas de arquitectura neuronal cada vez más complejas.
Este desarrollo filogénetico se puede percibir ontogenéticamente en cada embrión de animal cordado al observar la llamada recapitulación de Häckel. La estructura precursora del sistema nervioso es el tubo neural, una estructura que aparece en la parte externa de los embriones en fase de exploración reticular gástrula. Este tubo, a lo largo de la embriogénesis sufre una serie de modificaciones que dan lugar a la estructura madura. El primero de ellos es la aparición de tres expansiones, tres vesículas: el encéfalo anterior, el encéfalo medio y el encéfalo posterior; su cavidad, llena de líquido, es precursora de los ventrículos cerebrales. Después, estas tres vesículas dan lugar a cinco que, en su ganancia de complejidad, sufren una serie de plegamientos que hacen que la estructura no sea ya lineal.
Características generales
El cerebro es el órgano mayor del sistema nervioso central y el centro de control para todo el cuerpo, tanto actividades voluntarias como actividades involuntarias. También es responsable de la complejidad del pensamiento, memoria, emociones y lenguaje.
En los vertebrados el cerebro se encuentra ubicado en el cabeza, protegido por el cráneo y en cercanías de los aparatos sensoriales primarios de visión, oído, olfato, gusto y sentido del equilibrio.
Los cerebros son sumamente complejos. La complejidad de este órgano emerge por la naturaleza de la unidad que nutre su funcionamiento: la neurona. Estas se comunican entre sí por medio de largas fibras protoplasmáticas llamadas axones, que transmiten trenes de pulsos de señales denominados potenciales de acción a partes distantes del cerebro o del cuerpo depositándolas en células receptoras específicas.
La función biológica más importante que realiza el cerebro es administrar los recursos energéticos de los que dispone el animal para fomentar comportamientos basados en la economía de su supervivencia. En base a esto emergen comportamientos que promueven, lo que nosotros denominamos 'bienestar', pero que el animal sencillamente observa como la acción menos costosa que le permite continuar viviendo su presente.
Los cerebros controlan el comportamiento activando músculos, o produciendo la secreción de químicos tales como hormonas. Aún organismos unicelulares pueden ser capaces de obtener información de su medio ambiente y actuar en respuesta a ello.
Las esponjas que no poseen un sistema nervioso central, son capaces de coordinar las contracciones de sus cuerpos y hasta su locomoción.
En el caso de los vertebrados, la espina dorsal contiene los circuitos neuronales capaces de generar respuestas reflejas y patrones motores simples tales como los necesarios para nadar o caminar.4 Sin embargo, el comportamiento sofisticado basado en el procesamiento de señales sensitorias complejas requiere de las capacidades de integración de información con que cuenta un cerebro centralizado.
Regiones


Corte sagital de un cerebro humano: posición dentro del cráneo.
En el cerebro de los cordados se identifican las siguientes regiones:
Morfología cerebral humana
Lóbulo frontal Lóbulo temporal Lóbulo parietal Lóbulo occipital
Visión lateral de los lóbulos cerebrales.
El telencéfalo es la parte más voluminosa del cerebro humano. Cubre por la parte dorsal al cerebelo, estando separado de él por la tienda del mismo. Está dividido por la cisura interhemisférica en dos hemisferios unidos entre sí por las comisuras interhemisféricas y poseen en su interior los ventrículos laterales como cavidad ependimaria. Cada hemisferio posee varias cisuras que lo subdividen en lóbulos:
El lóbulo frontal está limitado por las cisuras de Silvio, de Rolando y la cisura subfrontal.
El lóbulo parietal está delimitado por delante por la cisura de Rolando, por debajo por la cisura de Silvio y por detrás por la cisura occipital; por dentro, por el surco subparietal. Se extiende en la cara externa del hemisferio, ocupando sólo en una pequeña parte la cara interna.
El lóbulo occipital está limitado por las cisuras perpendicular externa e interna, por delante; no existe ningún límite en la cara interior del mismo. Se sitúa en la parte posterior del cerebro.
El lóbulo temporal está delimitado por la cisura de Silvio y se localiza en una posición lateral.
Aparte de estos cuatro lóbulos muy conocidos porque comparten los nombres de los 4 huesos de la bóveda craneana podemos encontrar tres lóbulos más los cuales son:
Lóbulo de la Ínsula: este lóbulo se encuentra en la parte interna del cerebro, se puede observar abriendo la cisura de silvio
Lóbulo Orbito frontal: este lóbulo se encuentra inferior al lóbulo temporal, anterior al Quiasma óptico del Di encéfalo al lóbulo occipito-temporal y al rombo optopeduncular, este lóbulo tiene una particularidad la cual es que en el descansa el nervio olfatorio formando un surco conocido como "surco olfatorio" dando origen a dos circunvoluciones, externa a esta ultima se encuentra el surco cruciforme o surcos orbitarios formando circunvoluciones orbitarias
Lóbulo occipito-temporal: este lóbulo se forma como una continuación inferior del lóbulo temporal, se extiende desde la parte inferior de la tercera circunvolucion temporal hasta el surco parahipocampal, presenta 3 surcos los cuales son: tercer surco temporal, surco colateral y surco parahipocampal, Y a su vez presenta 3 circunvoluciones las cuales son: tercera circunvolucion temporal (parte inferior, cuarta circunvolucion temporal y quinta circunvolucion temporal o region parahipocampal, esta ultima presenta en su parte mas anterior una curvatura conocida como "huncus del hipocampo"
Aun cuando ambos hemisferios humanos son opuestos, no son la imagen geométrica invertida uno del otro. Desde un punto de vista puramente morfológico son asimétricos. Esta asimetría depende de una pauta de expresión génica también asimétrica durante el desarrollo embrionario del individuo, y no está presente en parientes cercanos en la filogenia al humano como puede ser el chimpancé. Por esta razón, el estudio de impresiones craneales de antepasados del género Homo tiene entre sus objetivos determinar la presencia o no de asimetría en el telencéfalo, puesto que es un rasgo de aumento de la especialización, de una capacidad cognitiva más compleja.
Las diferencias funcionales entre hemisferios son mínimas y sólo en algunas pocas áreas se han podido encontrar diferencias en cuanto a funcionamiento, existiendo excepciones en personas que no se observaron diferencias. La diferencia de competencias entre los dos hemisferios cerebrales parece ser exclusiva del ser humano. Se ha dicho que el lenguaje y la lógica estas áreas dotan al individuo de mayor capacidad de adaptación al medio, pero con procesos de aprendizaje mucho más dilatados, y como tal más dependientes de sus progenitores durante la etapa de cría.

Funciones
El cerebro procesa la información sensorial, controla y coordina el movimiento, el comportamiento y puede llegar a dar prioridad a las funciones corporales homeostáticas, como los latidos del corazón, la presión sanguínea, el balance de fluidos y la temperatura corporal. No obstante, el encargado de llevar el proceso automático es el bulbo raquídeo. El cerebro es responsable de la cognición, las emociones, la memoria y el aprendizaje.
La capacidad de procesamiento y almacenamiento de un cerebro humano estándar supera aun a las mejores computadoras hoy en día. Algunos científicos tienen la creencia que un cerebro que realice una mayor cantidad de sinapsis puede desarrollar mayor inteligencia que uno con menor desarrollo neuronal.
Hasta no hace muchos años, se pensaba que el cerebro tenía zonas exclusivas de funcionamiento hasta que por medio de imagenología se pudo determinar que cuando se realiza una función, el cerebro actúa de manera semejante a una orquesta sinfónica interactuando varias áreas entre sí. Además se pudo establecer que cuando un área cerebral no especializada, es dañada, otra área puede realizar un reemplazo parcial de sus funciones.
Capacidades cognitivas
En los lóbulos parietales se desarrolla el sistema emocional y el sistema valorativo. El sistema emocional está aunque compromete a todo el cerebro-y en retro-alimentación, a todo el cuerpo del individuo- se ubica principalmente en el área bastante arcaica llamada sistema límbico, dentro del sistema límbico las 2 amígdalas cerebrales (situadas cada una detrás del ojo, a una profundidad de aproximadamente 5 cm), se focalizan las emociones básicas (temor, agresión, placer) que tenemos y que damos cuando algo o alguien interfiere en la actividad que esté haciendo en el exterior. Por otra parte está el sistema valorativo, este es la relación que existe entre los lóbulos prefrontales y las amígdalas cerebrales, esa relación "física" se llama hipocampo.
Cerebro y lenguaje
La percepción sonora del habla se produce en el giro de Heschl, en los hemisferios derecho e izquierdo. Esas informaciones se transfieren al área de Wernicke y al lóbulo parietal inferior, que reconocen la segmentación fonemática de lo escuchado y, junto con la corteza prefrontal, interpretan esos sonidos. Para identificar el significado, contrastan esa información con la contenida en varias áreas del lóbulo temporal.
El área de Wernicke, encargada de la decodificación de lo oído y de la preparación de posibles respuestas, da paso después al área de Broca, en la que se activa el accionamiento de los músculos fonadores para asegurar la producción de sonidos articulados, lo que tiene lugar en el área motora primaria, de donde parten las órdenes a los músculos fonadores.


viernes, 2 de marzo de 2012

El ojo

El ojo
El ojo es un órgano que detecta la luz, por lo que es la base del sentido de la vista.
Se compone de un sistema sensible a los cambios de luz, capaz de transformar éstos en impulsos eléctricos. Los ojos más sencillos no hacen más que detectar si los alrededores están iluminados u oscuros. Los más complejos sirven para proporcionar el sentido de la vista.
Los ojos compuestos se encuentran en los artrópodos están formados por muchas facetas simples llamadas omatidios que dan una imagen en mosaico, no imágenes múltiples, como a menudo se cree.
En la mayoría de los vertebrados y algunos moluscos, el ojo funciona como una cámara, proyectando imágenes en la retina, donde la luz se transforma, gracias a unas células llamadas fotorreceptoras, en impulsos nerviosos que son trasladados a través del nervio óptico al cerebro.
El globo ocular con cerca de 25 mm de diámetro es el responsable por la captación de la luz reflejada por los objetos a nuestro alrededor. Esa luz alcanza en primer lugar nuestra córnea que es un tejido transparente que cubre nuestro iris como el vidrio de un reloj. En su camino, la luz ahora pasa a través del humor acuoso, penetrando en el globo ocular por la pupila, alcanzando inmediatamente el cristalino que funciona como una lenta de focalización, convergiendo entonces los rayos luminosos para un punto focal sobre la retina.
En la retina, más de cien millones de células fotosensibles transforman la luz en impulsos electroquímicos que son enviados al cerebro por el nervio óptico. En el cerebro, más precisamente en el córtex visual, ocurre el procesamiento de las imágenes recibidas por el ojo derecho e izquierdo completando entonces nuestra sensación visual.

El ojo humano es un órgano de visión en el cual una imagen óptica del mundo externo es producida y transformada en impulsos nerviosos y conducida al cerebro.

El está formado por el globo ocular y sus diversos componentes. Básicamente se restringe a una lente positivo (convergente) de alto poder refractivo y está formado por la córnea y el cristalino.

Los rayos luminosos, paralelos, venidos del infinito, penetran en el ojo por la pupila, se convergen (con el poder dióptrico positivo) encontrándose en la retina, más precisamente en la fóvea central, proporcionando así visión nítida, lo que ocurre con los ojos de visión normal, conocida como “emétrope”.

Una curiosidad: las imágenes que se proyectan dentro del ojo son invertidas, o sea, de cabeza, como el sistema de una máquina fotográfica. Esto es lo que ocurre con todo el sistema óptico, cuando está dispuesto además de su distancia focal. El cerebro hace la inversión de la imagen, colocándola en la posición correcta y nos da la sensación de que están en la posición normal.

El propósito del ojo humano, en el proceso de visión es formar una imagen, en el fondo del ojo, que es conocida genéricamente como “retina”. Podemos considerar que el ojo es un instrumento óptico por tal performance.

La necesidad de lentes de aumento enfrente del ojo, es determinada por la inexactitud con que esta imagen es formada en la retina. En los casos en que la imagen, o el encuentro focal, suceden en la fóvea central, provoca una imagen borrosa o desenfocada.

Esta imagen es corregida con lentes oftálmicos con poderes dióptricos, que compensan las deficiencias visuales, desde que sean necesarias para hacer la compensación y obtención de buena visión.

Partes del ojo y su función visual:

Cornea: Es la parte saliente y anterior del globo ocular. Es totalmente transparente y conjuntamente con la esclerótica, forma el envoltorio externo del globo ocular.

La curvatura de la córnea no es esférica. La gran mayoría de las corneas tiene una superficie en la dirección vertical tiene una curvatura ligeramente más acentuada de que en la dirección horizontal.

Estas diferencias de curvatura pueden estar situadas en diversas direcciones, originándose de allí la mayor parte de los astigmatismos.

La córnea cubre ligeramente el iris y la pupila, por donde pasa la luz. Esta parte del ojo tiene la forma aproximada de un lente negativo y su radio interno es ligeramente menor que el radio externo.

Es por tanto la cornea un elemento de suma importancia en el sistema dióptrico del aparato visual, pues con su curva acentuada es el principal medio que hace con que los rayos paralelos que vienen del infinito, se converjan y lleguen juntos a la fóvea central.

Iris: Es la parte de color del ojo, con una abertura circular en el centro, llamada pupila. La pupila tiene una apariencia negra, pero es totalmente transparente y todas las imágenes que vemos pasan a través de ellas. El iris está localizado entre la cornea y el cristalino. Ella funciona como si fuese una especie de diafragma de máquina fotográfica. Cuando expuesta a mucha luminosidad, disminuye su abertura central y lo contrario sucede cuando la luz disminuye. Su función es controlar la entrada de luz en el ojo y tiene papel preponderante en la agudeza visual.

Humor Acuoso: Se trata de una sustancia semilíquida, transparente, semejante a una gelatina incolora. Esta sustancia llena la cámara anterior del ojo y por su presión interna, hace que la cornea se vuelva protuberante. El humor acuoso es renovado lenta y constantemente y su exceso es evacuado por el canal del Schlemn. Cuando este canal se entupe, el ojo presenta excesiva presión, siendo una de las causas de glaucoma, enfermedad que damnifica la fóvea central, pudiendo causar ceguera parcial.

Cristalino: Cuerpo aproximadamente biconvexo, en forma de lente, transparente, localizado inmediatamente detrás del iris, entre la cámara anterior y la cámara posterior del ojo. La función principal del cristalino es permitir la visión nítida en todas las distancias. Cuando se mira de cerca, el cristalino se torna convergente aumentando su poder de refracción y cuando se mira a distancia, se vuelve menos convergente, disminuyendo su poder dióptrico.

Músculo Ciliar: Es el músculo que ayuda al cristalino en la acomodación visual.

Cuerpo Vítreo: Es también conocido como humor vítreo. Es una sustancia totalmente transparente, semejante al humor acuoso, que llena internamente el globo ocular, haciendo con que toma la forma aproximada de una esfera, con la protuberancia de la córnea.

Esclerótica: También conocida como esclera. Se trata de una capa externa que envuelve el globo ocular.

Coroides: Se trata de una membrana conjuntiva, localizada entre la esclera y la retina que liga el nervio óptico a la ora serrata y nutre la retina. También conocido como uvea y es así llamada porque está llena por vasos sanguíneos, en una verdadera trama de pequeñas venas que envuelven el globo ocular, volviendo la cámara posterior un lugar oscuro, condición primordial para una buena visión. Cuando se observa la pupila, se tiene la impresión de que es negra, pero es apenas la cámara posterior que es oscurecida por la coroides, dando esa falsa visión.

Retina: Es la capa que envuelve internamente  ¾ partes del globo ocular y tiene un papel importantísimo en la visión. Ella está compuesta por millares de células sensibles a la luz, conocidas como fotorreceptores. Estas células se llaman; Conos (pertinentes a la visión a color) y Bastones (los que dan la visión en blanco y negro y la nocturna). La retina ofrece una agudeza visual de apenas 10% que es una visión deficiente, obtenida cuando se ve solamente la mayor letra del cuadro de optotipos.

Fóvea Central: Queda localizada en el fondo de la retina, ligeramente hacia el lado temporal. Es bastante pequeña y es en ella donde se da el encuentro focal de los rayos paralelos que ingresan al ojo. La fóvea es de suma importancia para la visión pues la acuidad visual en ella obtenida es del 100%, o sea, la visión normal de una persona emétrope. Fuera de la fóvea la agudeza visual va gradualmente perdiendo eficiencia, a medida que la concentración de conos se va reduciendo. Básicamente la fóvea está compuesta de tres conos: uno para el color verde, otro para el amarillo y otro para el color rojo.

Punto ciego: El ser humano tiene un pequeño punto ciego en el ojo. Queda localizado en el fondo de la retina. Esta situado al lado de la fóvea y es el punto que liga la retina al nervio óptico. Es desprovisto de visión y también se llama “mácula”.

Nervio óptico: Es un grupo de fibras nerviosas de forma tubular, con algunas arterias que conducen las imágenes captadas por la retina y fóvea hacia el córtex cerebral. Su punto de enlace es el punto ciego del ojo.

Músculos externos: También conocidos como “extrínsecos”. Los globos oculares tienen sus movimientos conducidos por los músculos externos. Dos músculos son conocidos como oblicuos: superior e inferior, ambos son responsables por los movimientos rotativos del ojo.